La primera impresión al llegar a Espacio Trapiche es la de entrar en un ámbito donde la arquitectura dialoga con la naturaleza en armonía absoluta. Los ventanales de generosas dimensiones abren la sala principal hacia el extenso tapiz de viñedos, integrando la luz natural y el ritmo tranquilo del paisaje mendocino en cada momento de la experiencia. El diseño interior, dominado por colores tierra y maderas pulidas, recoge la herencia de la región y la proyecta en un contexto contemporáneo, sin ornamentos superfluos y con una apuesta por materiales nobles que transmiten solidez y serenidad.
En la carta, la filosofía del chef se revela a través de una exploración minuciosa del producto local, donde la atención al detalle y la innovación ocupan un lugar central. La propuesta se apoya en ingredientes que nacen en el propio entorno del valle, pensados para resaltar texturas, temperaturas y matices. Platos que resultan de la combinación precisa de hierbas aromáticas autóctonas con verduras frescas, carnes de origen controlado y productos de estación, invitan a un recorrido sensorial que nunca descuida la integridad del sabor principal. Cada elemento se integra en el plato con una geometría que sugiere un cuidadoso proceso creativo, sin perder de vista el respeto por el terroir.
La presentación juega un papel protagonista: vajillas cerámicas artesanales, emplatados que parecen esbozos pictóricos y una selección cromática que trasciende la mera estética. Los tonos púrpura de los vinos mendocinos compiten amigablemente en la mesa con los verdes brillantes de los ingredientes frescos y los matices dorados de aceites locales. La vista participa activamente en el disfrute, anticipando el equilibrio gustativo que caracteriza cada propuesta.
El espacio de comedor se percibe amplio y ordenado. La disposición invita a la contemplación, con mesas generosamente separadas que permiten apreciar el despliegue visual y táctil de cada platillo. La luz natural, filtrada a través de paneles de vidrio y cortinas traslúcidas, otorga una atmósfera cambiante que acompaña la evolución de las horas.
El maridaje representa otro punto distintivo de Espacio Trapiche: los vinos seleccionados de la bodega dialogan con cada composición culinaria, reforzando el carácter local y la identidad de la mesa mendocina. Esta integración entre bodega, cocina y entorno constituye el núcleo conceptual de la propuesta, redefiniendo la experiencia gastronómica en la región a través de una mirada contemporánea respetuosa con lo esencial.