Al traspasar el umbral del Ristorante hotel Cipriani, el bullicio de Copacabana parece difuminarse y ceder paso a una atmósfera donde la elegancia se percibe en cada detalle tangible y etéreo. Las maderas oscuras del mobiliario contrastan con la suave calidez que emite la iluminación, logrando un ambiente íntimo y sereno. Grandes ventanales enmarcan la vista hacia el Atlántico, permitiendo que la luz natural dialogue con las mesas impecablemente dispuestas y los arreglos florales frescos, cuyo aroma discreto remite a jardines mediterráneos.
El espacio descansa en un cuidadoso equilibrio entre la sofisticación europea y la ligereza tropical de Rio: líneas clásicas, texturas pulidas y una armonía cromática que seduce sin imponerse. No se trata de ostentación, sino de una refinada sobriedad que invita a la contemplación, donde cada pieza decorativa parece tener una historia que contar.
En cuanto al recorrido culinario, el trabajo del chef Nello Cassese se distingue por la atención rigurosa al producto y una filosofía culinaria que prioriza la autenticidad y el respeto por la tradición italiana, aunque siempre abierta a la creatividad consciente. Aquí, los sabores clásicos cobran una nueva vida, apoyados en ingredientes seleccionados —en ocasiones, importados expresamente desde Italia— que se transforman en platos de gran pureza y técnica depurada. Las pastas artesanales, por ejemplo, son emblema de la casa: lascivas en textura, exactas en su punto y acompañadas de salsas que revelan horas de dedicación. Los risottos, densos y untuosos, permiten descubrir capas de sabor en cada bocado, mientras que los cortes de carne llegan a la mesa en presentaciones cuidadas, resaltando la intensidad y frescura de cada ingrediente.
El proceso de emplatado revela un respeto absoluto por la materia prima. Dominan las composiciones limpias que exaltan colores y texturas, sin artificios innecesarios. La armonía se replica en la carta de vinos, donde la selección privilegia etiquetas italianas de distintas regiones, acompañadas de referencias internacionales por si algún paladar busca matices alternativos.
Aunque sin galardones Michelin, la coherencia y profundidad de la propuesta gastronómica se perciben claramente en cada paso de la experiencia. La cocina de Cassese se define por la fidelidad a la esencia italiana, sin concesiones a la tendencia fácil o el efectismo, y esa honestidad define también la atmósfera que rodea a Cipriani: un refugio donde lo contemporáneo se cultiva sin perder de vista la raíz y donde cada comida recuerda por qué la tradición sigue teniendo vigencia.